Analizan la importancia de la luz en el desarrollo de la ciencia

En los países hay un abuso en la utilización de la luz en la vida cotidiana, que ha traído efectos perniciosos para la naturaleza y ciertas actividades de la ciencia, afirmó este jueves el editor Joaquín Díez-Canedo, durante la presentación del libro Luz más allá de 2015, de la coautoría de Ana María Cetto y María Teresa Josefina Pérez de Celis Herrero.
 
Díez-Canedo, editor de la UNAM, se refirió a la luminosidad ambiente que se genera desde las ciudades muchas veces sólo como ornato y que afecta la refracción del cielo, o que desorienta a algunas especies de aves que migran y que sienten alterados sus sistemas naturales de navegación debido al exceso de luz.
 
La interferencia de la luz atmosférica “estorba la observación astronómica de los científicos, que ven no sólo la estructura del cosmos, sino que tratan de entender el origen de la materia y conocer más de cerca fenómenos astrofísicos que no se han terminado de estudiar”, refirió. 
 
El libro aborda ésta y otras temáticas alrededor de la importancia que juega la luz en el desarrollo de las sociedades, pero también en los retos que se tienen para desarrollar más investigación, para disminuir los efectos que la generación de la luz implica en el cambio climático y erradicar prácticas excesivas que se dan en las grandes ciudades.
 
Con la participación de 35 investigadores y especialistas que analizan 16 temas en distintos campos relacionados con la luz, esta publicación es “un instrumento para acercarse a la ciencia y a temas científicos”, y sirve además como una especie de “vademécum para resolver dudas”.
 
La publicación fue presentada en el programa “La FIL también es ciencia”, en el marco de la Cátedra para la Difusión  de la Cultura Científica que lleva el nombre de la investigadora Ana María Cetto, y que fue creada por la UdeG en 2016.
 
Cetto, investigadora del Instituto de Física y profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, y Directora del Museo de la Luz en esa universidad, refirió que después de que la ONU declarara 2015 como el Año Internacional de la Luz, se ha creado más conciencia de la importancia de esta energía y de sus efectos en aspectos como la contaminación lumínica.
 
Afirmó que como resultado de esto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró, de manera oficial, el 16 de mayo como Día Internacional de la Luz, que tendrá su festejo por primera vez en 2018 con una ceremonia en la ciudad de París, y a la que acudirán científicos de todo el mundo.
 
Jean Paul Ngome, secretario ejecutivo adjunto del Programa Internacional de Ciencias Básicas de la Unesco, destacó el dinamismo y la belleza de las gráficas que componen el libro Luz más allá de 2015.
 
“Nuestro mundo necesita de este tipo de reflexiones que, desde lo humano, expliquen hacia dónde vamos, por qué es importante la luz y lo que ha dado para el desarrollo de la humanidad, pero también los retos que tenemos para construir un mejor futuro”, concluyó Ngome.