Aquelarre 2020, tradición que se mantiene de forma virtual

En esta ocasión el evento contempló una serie de actividades similares a las que se hacían en ediciones previas a la pandemia; el objetivo es mantener las costumbres universitarias

Este año no hubo grandes desfiles, ni vendimia, ni la fogata para quemar decenas de batas, pero sí hubo Aquelarre. La tradicional fiesta de la Licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo (QFB) del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) se adaptó a una modalidad virtual para mantener vivas las costumbres.

En esta ocasión el evento contempló una serie de actividades similares a las que se hacían en ediciones previas a la pandemia. La maestra Susana Guerra Martínez, coordinadora de QFB, mencionó que el objetivo en este año fue mantener la tradición.

Pues aunque las restricciones sanitarias impiden la congregación de personas, se buscaba evitar cancelar esta festividad que se realiza desde hace casi 60 años en esta institución.

“Es una tradición que se tiene desde los años 60, que prácticamente ha ido creciendo con la carrera de QFB. Es una parte de la historia y una tradición que tiene años haciéndose y parte de la identidad que tenemos como universitarios”.

Durante esta edición 2020 se organizaron tres actividades principales, las cuales buscaron compensar aquellos eventos presenciales de otros años.

La primera de ellas fue un panel pensado para compartir relatos sobre sucesos paranormales, sin embargo, el encuentro se convirtió en un intercambio de anécdotas en las que participaron alumnos y ex alumnos de generaciones egresadas hace más de 20 años.

“Ellos empezaron a platicar sobre cuáles habían sido sus experiencias en el Aquelarre, cómo los vivieron, nos mostraron fotografías. Hicieron un video en donde se veía una semblanza de lo que había sido el Aquelarre en aquel tiempo”.

Entre brujas y brujos virtuales

Otro de los objetivos de este Aquelarre virtual fue rescatar la historia de esta festividad. La maestra Guerra Martínez detalla que estos festejos datan de hace años, cuando los primeros químicos eran considerados alquimistas, y debido a su profesión eran señalados como brujas y brujos que muchas veces eran condenados a la hoguera.

“Quisimos que los alumnos recordaran cuáles habían sido los inicios del Aquelarre y cuál era la razón verdadera por la que se festejaba esta fiesta. En ese sentido creo que fue exitoso porque muchos alumnos quedaron encantados con tradiciones que se practicaban antes y que se han ido perdiendo”.

Durante el segundo día de actividades se realizó uno de los rituales más emblemáticos para los próximos a egresar: la quema de batas. Y aunque en esta ocasión no se pudo llevar a cabo la hoguera, la ceremonia fue virtual y cada estudiante encontró la forma de completar el rito.

“Hicimos una transmisión en vivo y cada alumno hizo una especie de quema significativa en sus casas. Algunos hicieron batas pequeñas de papel y las quemaron, otros nos compartieron sus recuerdos de lo que querían conservar de su carrera”.

La tercera de las actividades fue el concurso de disfraces y talentos en el que participaron alumnos de QFB, pero también de carreras como Química, Ingeniería Química e Ingeniería en Alimentos. Este concurso logró congregar de forma virtual a más de 30 alumnos que presentaron sus mejores disfraces.

“Creo que es una de las carreras que tiene una de las tradiciones más arraigadas, y año con año podemos ver que esa tradición no se puede perder”.

Responsable: 
Unidad de Difusión
Texto: 
Pablo Miranda Ramírez/Unidad de Difusión
Fotógrafo: 
Cortesía Coordinación QFB