Estudiantes del siglo XXI entran a universidades del siglo XX

 

En “Conectáctica 2014”, investigador argentino critica las actuales condiciones pedagógicas parecidas al siglo XIX

 

“Nuestras universidades no fueron diseñadas para formar parte del espacio virtual de nuestros estudiantes, donde ellos viven en la actualidad”, señaló el investigador de la Universidad de Mendoza, Argentina, doctor José Luis Córica, al continuar esta mañana las actividades del encuentro “Conectática 2014. Buenas prácticas docentes para el siglo XXI, a 20 años de la Red Universitaria”, organizada por la Coordinación de Innovación Educativa y Pregrado de la Universidad de Guadalajara.

 

En su conferencia “Desafíos para la virtualización de las carreras de ingeniería”, el especialista en educación digital hizo un diagnóstico de la realidad donde viven la mayoría de los jóvenes, en la que “no imaginan un mundo sin internet, como nosotros no imaginamos un mundo sin electricidad. Para ellos una computadora debe tener dos cosas: electricidad para que prenda e internet para que funcione, porque una máquina sin conexión al mundo digital es una máquina inservible”.

 

Añadió que para los jóvenes internet es más cercano que las personas. “Antes de preguntarle a papá o a mamá buscan en internet. No dicen: ‘Voy a conectarme a internet’; ellos están en internet. Se conectan con las mismas personas con quienes momentos antes estaban. Y en línea se brinda afecto, tienen amigos, dan contención, comparten información, sufren, se divierten, aprenden, gozan, crean y protegen una imagen personal, como hacen cuando se peinan, visten o se comportan en el mundo presencial”.

 

Por eso, añadió Córica, a este estudiante que ingresa a la universidad del siglo XXI lo reciben profesores del siglo XX, y a veces con didácticas del siglo XIX. “Tiene que darse una reforma completa del sistema educativo. El hecho de no adecuarnos a quienes servimos resultará en fracasos, frustración y abandono. El estudiante no puede tener un aprendizaje significativo porque el sistema educativo tiene fallas. Nuestra universidad no fue diseñada para el estudiante actual y en el espacio virtual donde el estudiante vive”.

 

El investigador argentino hizo una distinción entre las personas “intelectualmente ricas” e “intelectualmente pobres”, porque sería ingenuo que por el solo hecho de que se conectan a internet no se hacen más ricos intelectualmente. Esta diferencia es clave en el aprendizaje en línea, porque el “pobre” solo copia, inserta y sabe utilizar a la perfección la tecnología, mientras que el “rico” sabe hacer un hilo discursivo de lo que estudia; el pobre tiene potencialidad; el rico, competencias y capacidades; uno quiere el resultado fácil, el otro busca el esfuerzo; uno de lo divertido, el otro lo interesante. “Romper esta brecha es el desafío más importante de los próximos diez años en las universidades”.

 

Agregó Córica que las carreras de ingeniería tienen las mismas o más dificultades para la virtualidad. “Las experiencias de virtualizar los primeros años de ingeniería han sido catastróficos, porque se requiere el estudio virtual previo, que disminuye poco a poco la presencia del profesor, y ciertas condiciones del estudiante, que muchos no tienen, pero es hora de que estas tecnologías sean incorporadas y formen parte de las buenas prácticas docentes para el siglo XXI”.

Responsable: 
Unidad de Difusión
Texto: 
Juan Carrillo Armenta
Fotógrafo: 
Adriana González
Editor: 
Coordinación Generral de Comunicación Social